sábado, 10 de noviembre de 2007

LECTURA 3

La concepción del mundo entendida como el conjunto de principios que determinan la conducta de un sujeto; estará condicionada por un lado por elementos individuales, tales como la preferencia por unas ideas concretas o valores morales; pero por otra parte será determinante el conjunto de principios imperantes en la sociedad en que se desarrolla el sujeto.
No es posible abstraerse de la realidad que nos rodea,por lo que nuestras acciones obedecen en buena medida a influencias históricas, culturales, religiosas, etc; que nos acompañan en nuestras etapas del desarrollo. Suponen el estrato sobre el que el sujeto puede construir su propia concepción del mundo, en base a experiencias o juicios de valor determinados, pero estará limitado por el contexto de la sociedad en que vive.
Ese conjunto de principios que prevalecen en una sociedad, entendidos como pautas conscientes se presentaron en las culturas de tradición grecorromana como un sistema filosófico,de manera especialmente acusada hasta el siglo diecinueve. Nacida en competencia con el credo religioso, la filosofía sistemática acabó tratando de salvar su esencia a través de unas supuestas verdades superiores a las de toda ciencia.
La concepción del mundo pretendía ser un conocimiento real del mundo con el mismo grado de positividad que la ciencia, si bien esta pretensión se consideró fracasada a mediados del siglo diecinueve, en gran medida debido a la constitución del conocimiento científico positivo durante la edad moderna.
Este conociemiento se caracteriza por su intersubjetividad, es decir, que todas las personas preparadas entienden su formulación del mismo modo; con lo que se aleja de manera tajante de la concepción del mundo, donde esta intersubjetividad no se daba.
En el siglo diecinueve va a aparecer, la concepción marxista del mundo, denominada por Engels como la "concepción materialista y dialéctica del mundo", pretendía acabar con la presencia en el comportamiento humano de factores no reconocidos o idealizados; la liberación de la consciencia presuponía la liberacion de la práctica para los teóricos comunistas. Bajo esta concepción se pretende explicitar la motivación de la ciencia misma, motivación que recibe el nombre de "inmanentismo", es decir que la explicación de los fenómenos debe bucarse en otros fenómenos y no en instancias superiores al mundo. Es precisamente sobre esta idea donde se construye la concepción marxista del mundo, sobre el concepto del materialismo que acompañado de la dialéctica constituyen los ejes de la teoría marxista.
El principio de materialismo se realiza a través de una metodología analítico-reductiva, que permite por un lado la reducción de fenómenos complejos a nociones más elementales, y por otra parte posibilita la formación de conceptos más adecuados, debido en gran medida a la destrucción de viejos conceptos inadecuados.
Una vez realizado este ejercicio reductivo, interviene la dialéctica sobre la base de los resultados del análisis anterior. A través de la dialéctica el marxismo petende comprender la totalidad, que son ante todo los sujetos vivientes y las situaciones históricas. El universo como totalidad no puede pensarse en términos de análisis científico-positivo, sino sobre la base de los resultados de dicho análisis.

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