Los avances en el campo de las nuevas tecnologías se suceden a cada instante, lo que ayer era una novedad hoy apenas tiene validez; si las empresas quieren ser competitivas y liderar sus sectores deben encabezar estos avances, por ello cada vez son más relevantes las partidas económicas destinadas a I+D+i.
Las distancias comienzan a ser siderales entre aquellas que controlan y manejan los nuevos descubrimientos y rápidamente los incorporan a sus procesos productivos, y aquellas que continúan siendo un tanto reticentes en la incorporación de novedades, y estas últimas cuando quieran asumir los avances quizás sea demasiado tarde.
Los gobiernos deben liderar la apuesta por las nuevas tecnologías y hacer un esfuerzo presupuestario para ofrecer oportunidades a las empresas y cooperar con ellas para el desarrollo óptimo del tejido empresarial de un país.
Los avances y descubrimientos de las empresas repercutirán de manera decisiva en las sociedades en las que se instalan, por lo que el beneficio social podrá aumentar considerablemente.
Todo esto, también presenta un lado negativo, que son las tremendas desigualdades que se producen entre aquellos que tienen acceso a las nuevas tecnologías y aquellos que no, por lo que se debe apostar por una democratización de las nuevas tecnologías, de tal manera que cada vez lleguen a más paises y a sectores más amplios de población.
jueves, 17 de enero de 2008
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