martes, 15 de enero de 2008

Sweezy,Capitulo 3

1.En toda sociedad el trabajo debe aplicarse a la producción y los productos distribuidos entre los miembros de la propia sociedad. Lo que ha cambiado es el modo de producción y distribución. “La masa de productos que corresponde a las distintas necesidades requiere volúmenes distintos y cuantitativamente determinados del trabajo total de la sociedad. Que esta necesidad de distribuir el trabajo social en proporciones precisas no puede ser eliminada por la forma particular de la producción social, sino que cambiar la forma que asume. Y la forma de esta división proporcional del trabajo es precisamente el valor de cambio de estos productos.”
El valor de cambio es un aspecto de las leyes que gobiernan la asignación de la actividad productiva en una sociedad productora de mercancías. Las mercancías se intercambian con otras en el mercado en ciertas proporciones precisas y teniendo en cuenta que absorben (unidad de tiempo) fuerza de trabajo. ¿Cómo se relacionan? Para Marx existe una correspondencia exacta entre las proporciones del cambio y las proporciones de tiempo de trabajo (1 por 1). Es preciso hacer una aclaracion sobre esto:
En la determinación del valor no debe tomarse en cuenta más que el trabajo socialmente necesario (es el que se requiere para producir un artículo en las condiciones normales de la producción y con el grado medio de habilidad e intensidad comunes en un momento dado.
2. El papel de la competencia:
¿Bajo que condiciones las proporciones del cambio corresponderían exactamente a las proporciones del tiempo de trabajo? La proporción del cambio que rige en el mercado debe conservar un equilibrio.
Ejemplo de los cazadores de ciervos y castores: Si en matar a un ciervo se ocupa 1 hora y en un castor 2, lo natural es que el castor valga 2 ciervos. ¿Qué pasa si se cambia 1 por 1? Pues que habría que ser estúpido para dedicarse a la caza de castores puesto que en una hora se puede cobrar un ciervo y después por cambio, un castor. Solo una condición de 2 a 1 constituye una situación estable. El valor de un castor es de dos ciervos y viceversa. Para obtener este resultado, los cazadores deben tener el deseo y la posibilidad de competir libremente por cualquier ventaja que puedan presentarse en el curso del cambio. La oferta y la demanda estarán equilibradas solo cuando el precio de la mercancía sea proporcional al tiempo de trabajo requerido para producirla.
3. El papel de la demanda:
Se le acusa a Marx de ignorar el papel de la demanda (en el sentido de necesidades y deseos de los consumidores) en la determinación de las relaciones de valor cuantitativo. Pero esto carece de importancia en la medida en que la discusión se limita a las proporciones del cambio en la sociedad simple de mercancías, y en ella la pauta de las necesidades no juegan ningún papel en el valor de equilibrio. Pero el problema del valor cuantitativo es más amplio que la mera cuestión de la proporción del cambio. Así que si se desea conocer tanto la proporción del cambio como la distribución del trabajo, es necesario contar con:
la información sobre el costo relativo del trabajo (del castor y del ciervo)
la información sobre la intensidad relativa de la demanda de uno y otro.
Con esto puede determinarse el “equilibrio económico general” de la sociedad en cuestión. Equilibrio porque define el estado de cosas que sino ocurre ningún cambio en las condiciones básicas, persistirá; y general porque no solo se establece el valor relativo del castor y del ciervo, sino que también se establecen las cantidades de castor y de ciervo producidas y la distribución de fuerzas de trabajo en la sociedad.
Marx conocía claramente el papel que juega la demanda en determinar la asignación del trabajo social pero, ¿por qué no ocupa mucho volumen en su teoría? Existen 2 causas:
1. Bajo el capitalismo la demanda efectiva es solo parcialmente una cuestión relativa a las necesidades de los individuos. Es más una cuestión de la distribución del ingreso, a su ves reflejo de las relaciones de distribución ( estructura de clases). Los problemas del valor deben ser abordados por la vía de las relaciones de producción más que por las valuaciones subjetivas de los consumidores.
Marx desdeña las necesidades de los consumidores.
2. “Ley económica del movimiento de la sociedad moderna”: Las necesidades son un reflejo del desarrollo técnico y organizacional de la sociedad y no viceversa. El ser social determina la conciencia, es decir, las condiciones materiales.
4. “Ley del valor” vs. “Principio de planeación”:
La ley del valor de Marx resume las fuerzas actuantes en una sociedad productora de mercancías, que regula a) las proporciones del cambio de mercancías, b) la cantidad producida de cada una, c) la asignación de la fuerza de trabajo a las diferentes ramas de la producción.
Para que exista ley del valor debe haber una sociedad de productores privados que satisfagan sus necesidades por el cambio entre ellos. La ley del valor es esencialmente una Teoría de esquema general desarrollada en primer lugar con referencia a la producción simple de mercancías y adaptada después al capitalismo. Es decir, aclara que en una sociedad productora de mercancías existe el orden, nadie decide como se debe asignar el esfuerzo productivo o cuanto se debe producir. En la medida en que la asignación de la actividad productiva es sometida a un control consciente, la ley del valor pierde su pertinencia e importancia, el principio de la planeación la sustituye. El valor y la planeación son tan opuestos como capitalismo y socialismo.
5. El valor y el precio de la producción:
El precio es solo la expresión monetaria del valor. El “Precio de producción”: determinado por modificaciones de los valores que se derivan de los valores de acuerdo con ciertas reglas generales.
6. El precio de monopolio:
La introducción de elementos de monopolio en la economía dificulta el funcionamiento de la ley del valor como reguladora de las relaciones cuantitativas de producción y de cambio. El control de la oferta por el monopolista le permite aprovecharse de las condiciones de la demanda. Las relaciones de valor cuantitativo son perturbadas por el monopolio, las relaciones de valor cuantitativo, no.

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