martes, 15 de enero de 2008

Sweezy,Capitulo 4

En el capitalismo, casi todos productos vienen en la forma de mercancías.
En la producción simple de mercancías cada productor posee y trabaja con sus propios medios de producción. En comparación, bajo capitalismo la propiedad de los medios de producción corresponde a un conjunto de individuos, mientras que otro realiza el trabajo.
Siguiendo con más complejidad, en la producción simple de mercancías el productor vende su producto a fin de comprar otros productos que satisfagan sus necesidades especificas. El ciclo empieza con Mercancías, las convierte en Dinero, y de ahí, una vez mas, en Mercancías- aunque las nuevas mercancías son cualitativamente diferentes de las entregadas. Entonces el ciclo es así: M-D-M.
En capitalismo, el capitalista se presenta en el mercado con Dinero, compra Mercancías (incluyendo fuerza de trabajo y medios de producción). Después de un proceso de producción, vuelve al mercado con un producto que convierte una vez mas en Dinero. Esta proceso es: D-M-D’. Es importante observar que D’ es mayor que D, para que el proceso tenga sentido.
“El incremento del dinero, la diferencia entre D’ y D, es lo que Marx llama plusvalía”. Esta ‘plusvalía’ constituye el ingreso del capitalista y suministra “el fin directo y el incentivo determinante de la producción”.
Volviendo ciclo M-D-M (producción simple), este medio no esta conectado con la circulación- el objetivo es la apropiación de los valores de uso, la satisfacción de necesidades. Al contrario (D-M-D), la circulación de dinero como capital es un fin en si misma- la expansión del valor solo tiene lugar en el curso de este movimiento renovado sin cesar. Consecuentemente este proceso es potencialmente sin limites- siempre puedes ganar mas y mas riqueza; la expansión del valor se convierte en su fin subjetivo. La realidad es que en el capitalismo, los valores de uso no son el objetivo del capitalista- mas bien el proceso inacabable y sin descanso de la obtención de ganancias es el solo fin que persigue.
En este punto vale la pena observar la diferencia de criterios entre la opinión casi universal de los economistas ortodoxos de que “la adquisición de plusvalía como incentivo de la producción proviene de una característica innata de la naturaleza humana” para ver el abismo que separa la economía política marxista de la ortodoxa.
El Origen de la Plusvalía
El capitalista compra la capacidad de trabajo del obrero. De todas maneras el obrero se vende por un periodo de tiempo estipulado. Para Marx, “el valor de la fuerza de trabajo se determina, como en el caso de cualquiera otra mercancía, por el tiempo de trabajo necesario para la producción, y, en consecuencia, también para la reproducción de este articulo especial”- en otras palabras, el valor de la fuerza de trabajo es el valor de los medios de subsistencia necesarios para el mantenimiento del trabajador. El numero y la magnitud de sus llamadas necesidades esenciales dependen en gran medida del grado de civilización de un país.
Imaginamos que la jornada de trabajo es 12 horas. En los primeros 6 horas el obrero produce el valor de los medios de subsistencia. Pero en los siguientes 6 horas, el obrero continua agregando valor, aunque ahora es un valor en exceso del necesario para compensar sus medios de subsistencia- la plusvalía que el capitalista puede tomar para si. Entonces la jornada del trabajo puede dividirse en dos partes, ‘trabajo necesario’ y ‘trabajo excedente’.
Los componentes del valor
Entonces el valor de cualquier mercancía se puede dividir en tres partes. La primera, que se representa con la letra C, es el valor de los materiales y la maquinaria usados. Este valor no recibe ninguna alteración cuantitativa- consecuentemente se la llama ‘capital constante’.
La segunda, V, se llama capital variable, es el valor de la fuerza de trabajo. Esta parte recibe el equivalente de su propio valor y produce la tercera componente, P, la plusvalía.
Consecuentemente C+V+P es igual al valor total. Sweezy observa que esta formula es en realidad una versión simplificada de los balances modernos de empresas.
La tasa de la plusvalía (o La tasa de explotación (Marx))
La tasa de la plusvalía, que bajo capitalismo asume la forma de valor, es la proporción de trabajo excedente con respecto al trabajo necesario. La magnitud de la tasa de la plusvalía es directamente determinada por tres factores: 1. La duración del día de trabajo, 2. La cantidad de mercancías que entran en el salario real, y 3. La productividad del trabajo. La tasa de la plusvalía puede elevarse ya sea por un extensión del día de trabajo, o un combinación de cosas que afectan los tres factores.
“Marx trabajaba casi siempre con la suposición simplificada de que la tasa de la plusvalía es igual en todas las ramas de la industria y en todas las empresas dentro de casa industria”. Esta suposición implica ciertas condiciones que en realidad nunca están mas que parcialmente realizadas. 1. Debe haber una fuerza de trabajo homogénea, transferible y móvil, y 2. Se supone que ningún productor opera con un nivel de técnica excepcionalmente alto o excepcionalmente bajo.
La composición orgánica del capital
La composición orgánica del capital es una medida de la amplitud en que el trabajo es provisto de materiales, instrumentos y maquinaría en el proceso productivo.
La tasa de la ganancia
Para el capitalista la tasa de la ganancia es la proporción crucial- “la proporción de la plusvalía con respecto al desembolso total de capital”.
Hay dos observaciones para hacer que no están incluido en la abstracción: 1. Que no hay rentas para pagar a un dueño hipotético. 2. Los problemas asociados por los periodos variantes de rotación.
“La tasa de la ganancia es una función de la tasa de la plusvalía y de la composición orgánica del capital.” Aquí Sweezy dice básicamente que la tasa de la plusvalía y la tasa de la ganancia son en todos lugares iguales. Esto significa que si el cambio de mercancías debe realizarse de acuerdo con la ley del valor, la composición orgánica del capital debe ser también la misma en todas partes. En consecuencia la conclusión es que en el mundo real de la producción capitalista, la ley del valor no ejerce un control directo.

1 comentario:

XXXXX dijo...

Este trimestre tengo una asignatura de economía y lo explicas muy bien este tema, me has ayudado a entender un poco más la parte del capitalismo y la producción simple de mercancias, aunque he echado en falta la producción de mercancías por medio de mercancías